Rosalba Cuevas

cuando hay ganas de hablar y no hay nadie del otro lado, no queda mas que acurrucarse en unas lineas


hoy venia en el tren, algo mas que pensativa (ultimamente me descubro mas seguido en este estado), los verdes suelen brillar mucho cuando tengo en la mente una veta de luz, y ahí estuvo ella, se lo dije, dije lo que con tanta claridad veo
y es tan tangible todo cuando la vuelta a casa está al alcance de un boleto!

y es claro todo lo que podría llegar a sonarte confuso al escucharlo suelto, es clara la camisa, el 27 y el 23 , el recipiente azul francia y la cámara de fotos en el pasto, el ¨deja vù de lo que va a venir¨...la taquicardia que lo anuncia en mi certeza, la convicción...el saber que todos podrán verlo ante sus ojos algún día..algún día..

cuantas veces habré dicho esa frase? cuantas personas habrán pensado en ese algún día contándome a mi en ellos?...pocos, quizás suficientes...

Lo extraño es ver, como el tiempo pasa, y todo va mutando, todo se transforma delante de nuestros rostros, y hay cosas que nos satisfacen y cosas que nos exceden...entre la mujer que reparte tarjetas y la planta roja que compré hoy para mi abuela... una foto mental viene a mi.
El destino sigue sentado, riéndose de como todo cambia quizás esté en otro vagón
...

...pasan dos estaciones, y todo se torna tan distinto..me adormezco en renglones de casualidades que no hacen mas que reafirmar mis augurios.... augurios

augurios, eso me recuerda a esto


y todo esta tranquilo cuando llego a Pereira...y disfruto de la velocidad a mis espaldas, y todo se adormece como si las amapolas brotaran de las ventanas, y me dejo llevar hasta casa..ese lugar al que mas que nunca quiero regresar...y para que?...una hoja en blanco para contar esto, y dibujarlo un rato largo.