domingo


Anoche se me ocurrió un cuento de personajes ficticios con spaguettis en el cuello de la camisa. Debe ser por tanta relectura de la vida y ese plato de sopa que siempre me rehusé a tomar, por los manifiestos musicales y visuales encarnizados que no dejan de ser un reflejo aparente de algo que no existió, por las vidas que no elijo, las cartas de poker.
La trama habla de un montón de canciones que fueron guardadas en cajas dibujadas por una reina que tenía un mini golf en su tocado. La mina tenía 5 personalidades, pero la quinta cara siempre estaba oculta (por supuesto esa se llamaba Luna...o al menos eso decía). Cada rostro estaba unido en los bordes con una plasticola super resistente.
Ni la lluvia, ni la sombra,
ni el sol podían pegarle. A la reina si...pero no supe responderme por qué, así que dejé el cuento a medias...
ah, cierto.

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